martes, 12 de junio de 2018

Aborto.


Una vez una amiga abortó. Y fue ilegal, claro. ¿Seguro? Ni a palos. Gratuito ni hablar, tuvo que salir a pedir guita por todos lados. Estaba en juego su salud, su relación y gran parte de su futuro. Ella lo decidió, yo intenté ayudar. No pude.

Un jueves a la una del mediodia tenía turno con un abortero que se hacía pasar por respetable médico. Nadie se lo imaginaba si caminaba por la puerta del consultorio, pero varixs lo sabían. Entre las mujeres se pasaban el dato. Los hombres las esperaban en la puerta, si es que las acompañaban.

Y yo, que en esta historia tengo un papel ultra secundario, esperé sentado en la entrada del rectorado de la Universidad de Lomas, con la bandeja bajo el brazo (¡como te extraño querida!), después de llevar un pedido a una oficina. En la mano derecha tenía un pucho que me lo guardaba para cerrar la tanda, lo fumé en un pedo y me quedé pensando.

Mientras mi amiga se hacía la interrupción del embarazo con esxs siniestrxs, yo no puedo más que fumar y pensar en ella. Pienso que la madre y el padre no saben donde está. Que el novio labura y que solo una amiga la espera en una camioneta. Cuando salga se ira a la casa de ella a descanzar, a olvidar lo que hizo.

Yo seguí un rato largo sentado, nervioso, fumando puchos de más, pensando que a mi amiga le podía pasar cualquier cosa y nada iba a ser seguro. Incluso no tendría seguimiento luego de la interrupción del embarazo. Sufrí un largo rato. Intenté volver al trabajo como si nada pero no pude.

¿Quién me aseguraba que el negociante de la salud que la operó sabe lo que hace y la va a dejar bien? ¿Quién me aseguraba que no se iba a morir en la camilla, desangrada? ¿Quién me podía asegurar que esa gente que la operó iba a dar la cara con la familia? ¿Quién me saca de la cabeza que yo esa tarde no fui parte y encima no pude más que fumar con la bandeja abajo del brazo? ¿Quién me puede decir que esa tarde no me rompí un poco, no descreí de todxs?

Yo tengo la respuesta. Vos también.

Por eso mañana, que sea ley.