El hombre es un animal de costumbre, afirman. A la larga o a
la corta termina aceptando situaciones que quizás al principio no toleraba. Me
pasa seguido, pero no tanto
Me puedo acostumbrar a que a la democracia más real le digan
dictadura. Que las cosas salgan cada vez más caras. Que los que nos tienen que
cuidar nos roben. Que las personas vivan en el individualismo más cerrado.
Me puedo acostumbrar a que no haya trabajo de lo que me
dedico. Que mis compañeros también vivan en el individualismo, o cosas peores. Que
los buenos sean pocos. Que al periodista se le pida mucho y no se le dé nada.
Que parece un hobby en vez de una profesión.
Me puedo acostumbrar a los falsos amigos. A las noches sin
preguntas, al mar invisible. Me puedo acostumbrar a acostumbrarme, a ganar, a
perder y, en ocasiones, a empatar cero a cero. A los asados sin chimi ni pinta, a
las horas perdidas, los gritos contenidos. Me puedo acostumbrar a solo hablar
por este medio
De lo que no me puedo acostumbrar es de que los equipos de
fútbol usen camiseta rosa. Nunca lo voy a entender.