miércoles, 9 de marzo de 2016

Engrietaditos

Que lastima como te engrietaste. Te hablé mil veces para que esto no pase. Charlamos horas sobre puntos en común, cosas que nos acercan, las pocas diferencias que hay entre tu barrio y el mio. Pero vos no quisiste escucharme, dale y dale con la grieta. ¿Te enganchaste con eso de la grieta por tu situación? ¿O porque te lo metieron hasta en el mate? Hay miles de periodistas, flacos que se levantan pensando en la comunicación, como mejorarla, como contar historias, tener diferentes puntos de vista, amontonar ideas para pulir conceptos y mejorar la situación social. Pero no, vos escuchaste a los mercenarios, lo que cobran por operar.

Compartimos muchos asados, fumamos del mismo paraguayo, bajoneamos dulce a lo loco, pero vos la tenés con que entre nosotros hay una grieta. Si vos también andas en patas por tu casa en verano y al chori le pones criolla, ¿que mierda es la grieta? A mi tampoco me cabe la corrupción, los chorros que le roban a los jubilados y las inundaciones, pero eso no cuenta. No señor, Nelsón Castro dice que somos distintos, que queremos un país completamente distinto. Y en esa estás, comprás a full.

Yo comparto fotos de perros perdidos, aviso si hay una oportunidad laboral u oferta interesante, dono ropa que ya no me entra y le cebo a mi abuela unos amargos (aunque a ella le gusten dulces). ¿Vos también? Ah mirá, que casualidad. Pero Joaquin Morales Solá dice que el país está hecho mierda por gente que se parece a mi, pero que en realidad yo no conozco. Y en cierta forma, comparto ideas pero no la vida. Pero vos le crees a Joaco, sin preguntarle que hacía en un allanamiento militar en la dictadura.

Tenés mi número para llamarme, el de El Rifle Varela ni lo sabes. No seas así, no te engrietes, llamá a ese amigo que para vos está en la vereda de enfrente, escuchá un poco más. Comprendé porque piensa como piensa, no seas exigente, su vida la vivió con sus zapatos, no con los tuyos. Capaz que así si nos unimos un poco más, entendiendo al otro, siendo menos prejuiciosos y escuchando. Hablando mucho, comunicándonos más y mejor (¿ves? hay gente que se sigue preocupando por la comunicación). Pero no, Sandra Borghi  y Majul dicen que somos distintos. Apagá la tele, te está quemando el bocho.

Agarrá el celu y mandá un audio, todavía estas a tiempo. Pero no de noche, porque apago el teléfono. A esa hora estoy pensando en la comunicación.